Psicología Infantil en Córdoba

La psicología infantil y juvenil atiende las dificultades que puedan presentar niños, niñas y adolescentes, centrándose en buscar el bienestar emocional y adquirir estrategias. El plan de tratamiento es individualizado, acorde a las necesidades, momento evolutivo y objetivos.

 

Centro especialista en psicología infantil

En las sesiones de psicología infantil y adolescente, se desarrolla un trabajo terapéutico a nivel individual con niños y adolescentes. Este trabajo se coordina con otro paralelo en el que se incluye a la familia (padre, madre y hermanos, principalmente) o a sus tutores legales, y que en ocasiones llevamos a cabo de manera conjunta.

Abordamos las problemáticas más frecuentes en la infancia y adolescencia, las cuales suelen variar según la etapa del desarrollo, los estilos de afrontamiento y las circunstancias de cada menor, entre otros factores. Entendemos que estas dificultades se pueden encontrar tanto en la relación de cada niño consigo mismo como en las relaciones con otros, ya sea la familia o el grupo de iguales. Al igual que ocurre con la terapia de adultos, entendemos que una situación concreta precisa de intervención psicológica cuando afecta y condiciona significativamente la vida del menor y/o de su familia. le causa un malestar más o menos prolongado, y/o necesita ciertas herramientas para hacerle frente.

Para trabajar esto, realizamos una intervención transdiagnóstica, práctica y aplicada. La intervención psicológica se basa en la resolución de problemas y la adquisición de habilidades y estrategias útiles en la vida del menor y su círculo. Estas habilidades son el eje central del tratamiento, ya que su aplicación facilitará llevar a cabo acciones comprometidas según los valores personales, y esto nos permitirá llevar “una vida bien vivida”. Durante toda la terapia, buscaremos qué factores impiden que una habilidad pueda llevarse a cabo y propondremos, de forma conjunta, diferentes recursos para resolverlo.

Clínica de psicología infantil, juvenil y adolescentes

La intervención es individualizada, por lo tanto, se adapta a las necesidades de cada menor y su familia, teniendo en consideración el momento evolutivo en el que se encuentre, las habilidades de las que disponga y los objetivos que se quieren conseguir. Partimos de estos objetivos concretos para evaluar los valores importantes para el niño y la familia, que serán los que guíen la terapia psicológica.

En sesión se practica, se falla, se aprende, se cambia y se mejora. Y al igual que en nuestra vida, durante la sesión también nos enfadamos, nos divertimos, nos alegramos y nos calmamos, todo es parte del proceso. Lo aprendido y los cambios conseguidos durante la consulta suelen consolidarse al ponerlos en práctica en los diferentes contextos de la vida del menor, para la cual es indispensable el apoyo y la coordinación con la familia.

Consideramos que establecer un buen vínculo terapéutico es clave durante todo el tratamiento para lograr los cambios propuestos. Es un pilar que trabajamos desde el primer momento y al que volvemos en situaciones delicadas. Para fomentar y consolidar este vínculo, utilizamos conversaciones y explicaciones adaptadas a cada niño y su situación, nos apoyamos en manuales de referencia, contamos con materiales actualizados, de carácter práctico e interactivo.

Realizamos también ejercicios experienciales y actividades lúdicas atractivas para el menor y disfrutadas por ambas partes, buscando la cooperación y la puesta en práctica de habilidades útiles. Estos ejercicios se proponen considerando los objetivos que se desean trabajar, el momento en el que se encuentre el tratamiento, la dirección de la terapia y las preferencias de cada niño o niña.

    Preguntas Frecuentes
  • ¿Qué hace una psicóloga infantil?>

    Un profesional de la psicología que trabaja con niños, niñas y adolescentes lleva a cabo un trabajo terapéutico a nivel individual, que se coordina con un trabajo paralelo en el que se incluye a la familia o tutores legales, y en ocasiones es llevado a cabo de forma conjunta.

    En las sesiones, la psicóloga aborda con el niño las dificultades o problemática que pueda presentar, y según los objetivos previamente establecidos de manera conjunta con el menor y la familia, comienza el tratamiento psicológico. La terapia está orientada a la adquisición de habilidades y herramientas que le resulten útiles, la puesta en práctica de estas, la gestión del malestar emocional y el compromiso con los valores importantes en su vida.

    Mediante el diálogo, actividades lúdicas y explicaciones adaptadas, ponemos en marcha en sesión las herramientas que pretendemos afianzar, corrigiéndolas, perfilándolas y reforzándolas, para facilitar que se pongan en práctica fuera de consulta. La intervención psicológica se plantea de manera adaptada a las necesidades del menor, la familia y al momento evolutivo en el que se encuentre. El tratamiento también está en continua revisión para optimizar el curso de la terapia y los cambios conseguidos.

  • ¿Cuándo hay que ir a un psicólogo infantil?>

    Lamentablemente, no disponemos de un manual con una descripción detallada del tipo de situaciones que indiquen que deberíamos llevar a nuestro hijo a una consulta de psicología. Según nuestra experiencia y acorde a lo que indican los manuales de referencia, si observa que su hijo se encuentra en una situación que afecta y condiciona significativamente su vida (y/o la de usted mismo, su familia), o bien determinada problemática le causa un malestar más o menos prolongado en el tiempo y no dispone de habilidades para gestionarlo, es probable que su hijo se beneficie de acudir a sesiones de psicología.

    En estas sesiones encontrará una persona que le acompañe en su malestar, entienda su recorrido según su historia vital y circunstancias actuales, y le permitirá aprender o consolidar herramientas para hacer frente a sus dificultades. Desde un enfoque contextual, el abordaje que realizamos no está formulado para un tipo de problema psicológico en particular, sino para la psicopatología en general, es transdiagnóstico y se adapta a las situaciones clínicas más diversas, ya que busca dar respuesta al sufrimiento de cada niño y con mucha frecuencia, de sus padres. En la mayoría de los casos se suelen incluir las áreas de autoestima y habilidades sociales, ya que consideramos que son especialmente delicadas durante la infancia y la adolescencia y proponemos, independientemente de la problemática y por este motivo, un trabajo preventivo de cara a etapas futuras.

  • ¿Por qué llevar a los niños al psicólogo?>

    Confiar en que una persona trabaje con tus hijos en aspectos delicados, que les afectan, entristecen o preocupan, no es una decisión sencilla. El hogar y los centros escolares son los lugares donde suelen aparecer la mayoría de dificultades durante la infancia y la adolescencia, y puede ocurrir que nos encontremos sin orientación para saber cómo actuar ante estos, qué hacer y cómo ayudar a nuestros hijos.

    Los psicólogos infantiles son profesionales formados y expertos en las temáticas que más influyen en estas etapas. Para abordar las dificultades que afectan a cada niño nos guiamos por principios científicos, planteamos un tratamiento basado en objetivos y acordado con la familia y el menor. Un profesional de la psicología comprenderá, guiará y ayudará a tu hijo en su proceso de cambio.

  • ¿Cómo puedo saber si mi hijo tiene problemas?>

    No siempre es sencillo saber si nuestro hijo necesita ayuda de un profesional de la psicología. Si tiene una pierna rota, es fácil de identificar. Si se levanta con fiebre, también. Pero, ¿y si se levanta triste y cansado a diario?, ¿y si vemos que no es feliz, que ha dejado de disfrutar de las actividades que antes le gustaban?, ¿y si notamos un cambio hacia nosotros, sus amigos o él mismo que no conseguimos explicarnos, y que él tampoco explica? Estas podrían ser algunas de las señales que nos ayuden a identificar la necesidad de llevar a nuestro hijo a un psicólogo.

    Según nuestra experiencia y acorde a lo que indican los manuales de referencia, si observa que su hijo se encuentra en una situación que afecta y condiciona significativamente su vida (y/o la de usted mismo, su familia), o bien determinada problemática le causa un malestar más o menos prolongado en el tiempo y no dispone de herramientas para hacerle frente, es probable que su hijo se beneficie de acudir a sesiones de psicología.

  • ¿Cómo puede ayudar un psicólogo a un niño?>

    Un profesional de la psicología puede ayudar a un niño que está atravesando una etapa complicada y/o no dispone de recursos suficientes mediante una propuesta de tratamiento, que estará guiada por valores y será acordada con el niño y su familia. Los psicólogos, independientemente de que sean o no infantiles, son expertos en las leyes del aprendizaje, conocen los mecanismos que subyacen a la conducta humana y se basan en estos mismos para promover cambios positivos y duraderos en la vida de las personas. Al mismo tiempo, un profesional de la psicología infantil o adolescente es también una persona que sufre, que conoce y que ha atravesado ya esa etapa, por lo que utiliza la unión empática y la comprensión como pilares básicos de su trabajo. Además, tenemos en cuenta el contexto en el que se desarrolla, se desenvuelve y aparecen las dificultades del menor. Las propuestas se hacen teniendo siempre en cuenta todos estos aspectos.

    Nuestra intervención se fundamenta en que el menor y/o su círculo adquiera habilidades útiles, que faciliten llevar a cabo acciones comprometidas según sus objetivos y que les permitan llevar una vida bien vivida.